Por Juan Tomás Valenzuela
La consorte de Chayanne,
perdón, de Leonel Fernández,
ha dicho, frente al desbande
de este ungido charlatán,
que ella entiende que se van
y les pide reflexión,
al antro de corrupción
del que ella fue la princesa,
por tanta indelicadeza
que primó en esa gestión.
La “señorita” Cedeño,
dijo en tono compungido,
que a ella, al penco y al ungido
lo han tratado con desdeño.
Que fue máximo el empeño
de ellos tres en su gestión.
Y que si hubo corrupción,
como reclama la gente,
no fueron ella y su gente,
fueron su esposo y Rondón.
Queriendo justificar
lo que es visto a todas luces,
ella quiere hacer un cruce
sobre el bien y sobre el mal.
Claro está, que si hubo mal,
no fueron ella y Pechito,
ni tampoco Quirinito
ni el señor César Peralta,
y si en verdad hubo faltas,
que hablen con el erudito.
La extinta primera dama
y vice en dos ocasiones,
dijo es sus declaraciones
que lo que le ha dado fama,
no es su soltura en la cama
que comparte con su esposo,
sino el baile pimientoso
que ejecuta en cualquier can,
sea bailando con Chayanne
o con Pedro el escamoso.
Juan de los Palotes
8 julio 2020